Dio la impresión que si el Real Madrid no le ganó ayer al Barcelona, no lo va a poder ganar más. Fue 2 a 2 y la revancha será el próximo Miércoles en el Camp Nou.
Tácticamente, el equipo de Mourinho hizo todo bien, ahogó a los dirigidos por Pep Guardiola y no les dejó practicar el circuito de juego que ellos están acostumbrados. Cuando un jugador del Barsa recibía la pelota, tenía a 2 o 3 jugadores encima, esta presión le dio resultado y a los 12 minutos apareció Mesut Özil y ya desde temprano el conjunto Merengue se ponía 1 a 0.
Era todo para el Real Madrid, hasta que a los 35 del primer tiempo, apareció Lio Messi para habilitar perfectamente a David Villa, que definió con gran categoría y convirtió un golazo. El 1 a 1 llegaba en un momento donde el Barsa no la estaba pasando nada bien, pero cuando tenes de tu lado al "mejor jugador del planeta", no hay lógica que se pueda cumplir. A los 45, la Pulga aprovechó un error defensivo del Madrid, la robó, encaró y definió ante la salida de Iker Casillas, 2 a 1 y al entretiempo. Messi volvió a demostrar que "lo tiene de hijo" a su eterno rival y que siempre aparece en estos partidos, ya que le convirtió 11 goles en 14 partidos.
En la segunda etapa, el Real Madrid salió decidido a buscar el partido y logró el empate a los 8 minutos del complemento, a través de Xavi Alonso.
El Merengue fue superior en el juego, pero no lo pudo capitalizar en la red. No es excusa para el Barcelona, pero Pep Guardiola dispuso que para este partido no esten como titulares: Piqué, Puyol, Xavi, Busquet y Pedro. Jugó con sólo con 5 de los que habitualmente son parte del once oficial, se espera que para la revancha del Miércoles próximo esten todos en cancha y seguramente veremos un partido completamente distinto al de ayer, con un Barcelona dominador absoluto del balón.
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